De las Tecnologías Transmisivas a las Tecnologías Dialógicas (III)

Cerebro humano                              Red global

Apenas nos hemos repuesto del error occidental al identificar la idea (eidos) con la realidad, la razón (logos) con la palabra (verbo o expresión de la idea) y la razón con el cosmos (panteísmo); cuando, a raiz de aparición de las redes sociales virtuales, nos invaden de panracionalismos comparando (en la mayoría de los casos identificando) las redes sociales con las redes neurales, la razón con el globo, en pocas palabras, el razonamiento globalizado, el cerebro compartido. Una cosa es que el discurso sobre algo (lo dicho) se globalice y otra  que el acto de discurrir y el discurso de alguien (el decir) sea de todos, del globo.

 El lugar adecuado. La interioridad y la exterioridad

El mayor impacto de las Nuevas tecnologías ha sido en las cualidades de Tiempo y Espacio. El espacio ha sido trastocado esencialmente desde el momento que apareció la propiedad cuasi divina de la ubicuidad. El espacio más eficiente para el aprendizaje de contenido noético es el virtual. El espacio más caro es el presnecial, allá cada cual.

Agustín de Hipona, al descubrir que Dios (Verdad y Vida) era un huésped privilegiado en su interioridad, encontró el camino expedito para afirmar platónicamente que la verdad habita en el interior: Noli foras ire, in teipsum reddi; in interiore homine habitat veritas - No vayas fuera, entra en ti mismo: en el hombre interior habita la verdad. "Educar no es infundir (transmitir) ciencia en el alma, sino enseñar a ésta a mirar hacia el lugar adecuado" (La República de Platón). El "lugar adecuado" no es el ENTORNO y CONTORNO (virtual o presencial), sino la fuente de conocimiento experto, que en el modelo platónico y racionalista es el "alma racional", el “sí mismo”, la interioridad; y que en la modernidad es la "inteligencia colectiva", la "razón global", la ciudad inteligente, la inteligencia repartida en todas partes, la exterioridad.

La verdad no habita en el interior ni en el exterior. Se resuelve en el interior, en una lucha titánica entre los agentes interiores y exteriores, entre el sujeto y el objeto, confrontando, comprobando, comparando, contrastando, remezclando...

Diálogo interior

Para romper el soliloquio (monólogo), será necesario que el yo se desdoble y hable consigo mismo. El hombre no sólo se relaciona con los demás (redes sociales), y con lo demás (recursos, cultura, hábitat), sino también consigo mismo. Él mantiene una conversación en su propia interioridad a pesar de los ruidos constantes que provienen del exterior. En nuestro interior tenemos tres agentes secretos que, si los incorporamos en el diálogo, pueden llevarnos al éxito personal, académico y profesional. Estos agentes son:

1. El conocimiento. Combustible de la imaginación.
2. La imaginación (¿la loca de la casa?). Transforma el conocimiento en nuevas ideas.
3. La actitud, el querer (¿la voluntad?). La chispa que pone la máquina en movimiento.

La Innovación

• La actitud despierta la curiosidad parar adquirir nuevos conocimientos.
• El conocimiento alimenta la imaginación, lo que le permite generar ideas innovadoras.
• La imaginación provoca la creación de hábitats estimulantes, aprovechando los recursos del entorno.
• Estos hábitats, junto con la actitud, influyen en la cultura de la comunidad.

From Tina Seelig’s book inGenius: A Crash Course on Creativity

Diálogo exterior

Entre lo agentes exteriores,  siguiendo a Tina Seelig, podemos mencionar los recursos, el hábitat y la cultura.

1. Los recursos, aquello con lo que contamos en nuestra comunidad física y virtual. 
2. El habitat incluye a la gente, las reglas, los premios, el espacio físico y el virtual (Redes Sociales).
3. La cultura son las creencias colectivas, los valores y comportamientos en la comunidad física y virtual.

Las Redes Sociales, el "cerebro global", han pasado a ser la fábrica matriz de mayor derroche de masa pensante en la historia humana. El 90% de las neuronas (nodos) están irreversiblemente atrofiadas y el 9.9% sólo transmite lo que recibe y como lo recibe. Gracias a la producción de ese raquítico residuo (0.01%) disfrutamos de los beneficios de la innovación.

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