martes, 20 de marzo de 2012

Por qué fracasé en la escuela, sin TIC

Son muchos los factores que intervienen en el fracaso escolar. En esta entrada expongo mi factor. Tal vez despeje los nubarrones de algún investigador. 
     El fracaso en el aprendizaje, definitivamente más apremiantre que el fracaso en la enseñaza:
  • No está en las herramientas, viejas, modernas o emergentes, como la fiebre no está en las sábanas.
  • Tampoco hay que achacárselo, a la soltada, a la falta de habilidad del maestro en el uso de dichas herramientas. Primero, que yo sepa, quien tiene que usarlas y debe saber usarlas es aquel que construye conocimiento, el aprendiz; y segundo, las herramientas para enseñar, son menos importantes que las herramientas para aprender.
  • Sino en el para qué usa el discente dichas herramientas (función intencional e instrumental)
    Recuerdo que en el período que obtuve el mayor número de fracasos escolares fue cuando utilizaba el lápiz y la libreta para dibujar (era mi afición y adicción) y no para tomar notas y hacer las asignaciones escolares-aburridas. Si en esa época, aún sin TIC, hubiera tenido acceso a la información requerida fuera de la escuela y me hubieran puesto a hacer las tareas escolares (derivadas de la información) fuera de la escuela, tal vez no hubiera fracasado de forma tan rotunda.


Con TIC en la sala de clase
El fracaso hubiera sido más precipitado, sin duda alguna. Siempre he pensado que el equipo, los soportes y las herramientas asociadas a las TIC, sembradas en la sala de clase, aportan menos al aprendizaje escolar que las herramientas y soportes tradicionales. 

Yo, estudiante:
  1. Me sería indiferente qué equipo y herramientas utiza el maestro para impartir la enseñanza en la sala de clase, con TIC o sin TIC.
  2. Me divertiría y despistaría con las TIC mucho más de lo que me despistaba con el lápiz y el papel durante el período de clase: viajaría por espacios tridimensionales (Second Life), llevaría a la escuela un ratón o volante Logitech de bolsillo para jugar en la PC, invitaría a mis "panas" desde "Apps and Games" de Facebook, revisaría y enviaría mensajes atrasados a todo el mundo..., en fín, qué no haría (Eso si, los estímulos ante mi consideración serían tan cautivadores, que no tendría tiempo para seguir con la vista a una mosca volando)
     Y si a esto añadimos que las herramientas y equipo de la NT orientadas al salón son 100 veces más caras que las tradicionales, se justifica no contar con ellas en la sala de clase, máxime en período de crisis económica. 
     La sala de clase debe utilizarse primoridalmente para de-mostrar, no construir, conocimiento, sacar hacia afuera lo que el discente tiene en sus interioridades (Momento platónico).  


Con TIC fuera de la sala de clase
Seguro que las cosas cambiarían. Es necesario esperar que se cierre la escuela y observar la actividad virtual que se genera entre los estudiantes. Con el cierre de la escuela se da inicio al período de construcción de conocimiento, a solas (ensimismada y claustralmente) o en colaboración (con el alboroto y enredo de las redes sociales). Yo, estudiante, independientemente si el maestro usa o no usa las TIC en la sala de clase:
  1. Dejaría saber al maestro que puede enseñar con el equipo y las herramientas que mejor domine (viejas, requeteviejas, nuevas); pero que compartiera el PowerPoint que proyecta en nuestra red social y que re-conozciera el equipo emergente, las herramientas web y los soportes intangibles de nuestro diario vivir para construir conocimiento. 
  2. Me resistiría a usar lalibreta y lápiz para las tareas y trabajos intelectuales.
  3. Usaría soportes y herramientas TIC para hacer cualquier tipo de asignación fuera de la sala de clase y de la escuela (el Internet de la escuela suele tener más limitaciones que el de nuestras casas). 
  • Redactaría en "Notes" de Facebook las asignaciones de "escribe que te escribe".
  • Compartiría en Facebook el podcast de Poderato, el vídeo de Youtube, el cartelón de Glogster, el mapa conceptual de Bubbl, la tirilla cómica animada de Goanimate, las historias animadas de Tikatok o Storybird.
          En ninguna otra época, niños y adolescentes han usado más sus equipos y herramientas ordinarias de comunicación e información (smartphones, tabletas...) para fines no educativos como en la actual. No hay que ir muy lejos, ni hay que tener un día de reflexión y educación continua para descubrir la razón del no-uso educativo de estos equipos y herramientas, 100% educativas, en manos de nuestros estudiantes.


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