Gracias a la mano invisible operada por los terratenientes, se salvaron de la Ley seca las plantas de caña, de donde procedía el ron Cañita, bebida emblemática de nuestros campos tropicales. Años después, sin explicación alguna, no corrieron la misma suerte afortunada las plantas divinas de la Coca y la Marihuana. De haber sucedido con estas dos plantas lo que aconteció con las plantaciones de caña de azúcar y ron, otro cantar sería.