En una sociedad en la que lo inorgánico prevalece sobre lo orgánico, lo aparente sobre lo auténtico y real, lo caótico sobre lo estructurado, lo imprevisible sobre lo previsto, los propietarios de las instituciones del llamado aprendizaje formal demonizan el aprendizaje autónomo etiquetando como "aprendizaje informal", al que realmente es formal. Es necesario desertar del redil de la educación formal e insertarse en la esfera de la educación informal.
El aprendizaje es uno y único. El llamado "aprendizaje formal" fue producto del capitalismo educativo y del sofismo educativo, gemelo del capitalismo industrial. Gracias al "aprendizaje formal" sobreviven los mercaderes de la educación y la educación institucionalizada.
El aprendizaje es uno y único. El llamado "aprendizaje formal"fue producto del capitalismo educativo y del sofismo educativo, gemelo del capitalismo industrial. Gracias al "aprendizaje formal" sobreviven los mercaderes de la educación y la educación institucionalizada.
El aprendizaje formal real, no-artificial, ocurre desde el momento que
el individuo salta el muro de la akademia (deserta) y se involucra (inserta) en la vida social, en el hogar, en la comunidad, en el taller. El aprendizaje será social, a campo traviesa, en el lugar de trabajo. Se aprende trabajando.
Todavía hay quienes se agitan por la línea divisoria, por cierto inexistente, entre el aprendizaje formal e informal. Línea que sigue latente en la mente de aquellas personas que se parapetan en la fortaleza defendida por los cruzados del formalismo.
La
dialéctica de la vida nos enseña diariamente que después
de la calma inusual viene la tormenta, que a la tesis sigue la antítesis,
y que ambas son superadas, destruidas, por la fusión sintética de una y otra. El aprendizaje informal es formal y el aprendizaje formal es informal.
Todo lo formal es informal
Los centros
educativos, situados en la esfera de lo “formal”, de la ficción y artificalidad, no han podido parodiar la
vitalidad que bulle en los extramuros de la akademia/ciudadela. La vida akadémica es intrascendente, desvital,
necrológica, inorgánica, aparente, sombría, artificial, no-real (resabios de la caverna platónica).
Todo lo informal es formal
La
vitalidad, la realidad vivida, la vida en su ambiente natural/vívido, la realidad social más líquida y fluida en constante movimiento (Bauman, 2007), en fin, la
informalidad, es la superación de la formalidad, del ambiente artificial,
estudiado/sombrío.
El
aprendizaje en cualquier centro de trabajo (ejemplo, el Hospital) situado
en la esfera de lo “informal” (realidad trascendente, vital/en vivo), es la
superación del aprendizaje mediante simulaciones, muñecos inflables y artificialidades de
los centros educativos, situados en la esfera de lo “formal” (realidad intrascendente,
necrológica).
El aprendizaje "formal real", no-artificial, ocurre desde el momento que el individuo salta
el muro de la akademia (deserta) y se involucra (inserta) en el aprendizaje abierto de la sociedad. Es menos complicado y más rentable trabajar el tradicional contenido académico conceptual mediante el Aprendizaje abierto, desde cualquier lugar, y el contenido procedimental/práxico (competencias profesionales) mediante el Aprendizaje vida y Aprendizaje servicio, desde la sociedad, ¿Y la escuela? Déjenla quieta.
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